Este Blog solo pretende servir de apoyo y ayuda a todas aquellas familias, que como la nuestra, tienen que convivir con la esquizofrenia de un ser querido.

Queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento:

Al Dr. J.A. Fernández (Medico de la Unidad de Psiquiatría). Gracias infinitas por buscar el camino que nos trajo de vuelta a nuestra hija, porque como padre supo entender nuestro dolor y ofrecernos su cercanía.

A la Dra. Victoria Carames y a Macu. Porque desde el principio apostaron por nuestra hija y por nuestra familia. Por su cariño, por escucharnos y aceptarnos al punto que nos sentimos parte de un mismo equipo.

domingo, 2 de octubre de 2011

Nuestra historia (2)

     Nada nos hacía sospechar el entramado de raros pensamientos y extrañas realidades que iban poco a poco apoderándose de la mente de nuestra hija.
     Un día por la tarde sonó el teléfono. Era ella, muy asustada, con voz débil, le pedía a su padre que fuera a buscarla a la parada del autobús, porque "había un hombre vestido de negro, con sombrero y paraguas negro". Ya le había visto en el autobús que la llevaba a clase, pero sabia que la seguía porque ahora en el autobús de vuelta, estaba allí, en el mismo sitio, mirándola.
     Su padre salio a buscarla, un tanto preocupado. Cuando llego a la parada no vio a ningún hombre sospechoso. Pero la niña estaba realmente asustada.Hizo el camino hasta casa en silencio con paso acelerado y la cabeza baja, mirando de un lado a otro, como esperando ver a "alguien".
     Cuando le preguntamos por lo ocurrido, nos contaba una y otra vez lo mismo que por el teléfono. La versión de los hechos no variaba, hablaba con tanta seguridad que no dudamos, ni por un minuto, de que lo sucedido había sido verdad.
     Nosotros pensábamos que podría tratarse de una simple casualidad, un hombre que cogía los mismos autobuses que la niña. También podría tratarse de un "pervertido" de esos a los que les gusta perseguir a las adolescentes. Por si este fuera el caso, su padre decidió acompañarla a clase durante unos días.
     Lo único que nos resulto extraño es como la niña describía al hombre del autobús. "Un hombre vestido de negro, con paraguas y bombín también de color negro". ¡Un personaje un tanto peculiar, pero todo podría ser!
     Ahora, en la distancia, con el paso del tiempo y un trozo del camino recorrido, se que aquel fue el primer episodio de nuestra historia. Una historia que empezó a escribirse desde una realidad que solo vivía nuestra hija y que era para ella tan real, que por momentos nos arrastraba a nosotros con ella.


CONTINUARA.....

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