11.11.11 - 13:25
EFE | OVIEDO
El consumo habitual de cannabis adelanta la aparición de la esquizofrenia una media de dos años y medio, causa la aparición de psicosis en personas que no las hubieran padecido de no consumir esa sustancia y la precipita en los individuos con disposición a padecerla.
El consumo de cannabis exacerba además esos trastornos psicóticos, provoca un peor pronóstico en los pacientes con esquizofrenia, complica su tratamiento y conlleva un mayor coste terapéutico.
La influencia entre el cannabis y las enfermedades mentales ha sido abordada en el marco del XV Congreso Nacional de Psquiatría, que se clausura hoy en Oviedo, por el doctor Miguel Bernardo Arroyo, director del Programa Esquizofrenia Clínic, del Hospital Clínic y de la Universidad de Barcelona.
En rueda de prensa, Bernardo Arrojo ha alertado del peligro que supone que el cannabis esté considerado como una droga de bajo riesgo y de que esté bastante tolerada por la sociedad ya que su consumo está directamente relacionado con la aparición de casos precoces de esquizofrenia, que son las peores.
Dado que el consumo de cannabis no baja y está estancado, lo normal es que se produzca en el futuro un "ligero incremento" de los casos de esquizofrenia, una enfermedad que en la actualidad sufren en España unas 500.000 personas.
El consumo de cannabis es mucho más frecuente en la franja de edad comprendida entre los 15 y los 35 años, precisamente, en una etapa en la que se suele dar el debut de la esquizofrenia, "con lo que las consecuencias para el paciente son, incluso, peores".
En España, lo habitual es que la esquizofrenia aparezca en chicos de entre 18 y 22 años y en mujeres de 20 a 25 años, pero con el consumo de cannabis su aparición se adelanta una media de dos años y medio.
"Es incuestionable que el consumo habitual de cannabis es un factor precipitante en las personas con esquizofrenia", ha afirmado el doctor Bernardo, que ha incidido también en que "juega también un papel esencial como percutor de la enfermedad en el 25 por ciento de los esquizofrénicos".
El doctor Bernardo Arrojo ha incidido también en que, aunque el cannabis pueda parecer en un primer momento que favorece la sociabilidad de los esquizofrénicos, a la larga produce el "clásico pasotismo que hace se intensifiquen síntomas típicos de esta patología, como el retraimiento, la perdida de iniciativa y de motivación".
Los síntomas más graves serían aquellos que tendrían que ver con "la sensación de estar vigilado, controlado, perseguido, o que otras personas le quieren hacer daño".
El experto ha incidido también en que hay estudios de investigación ya publicados que demuestran que el consumo habitual de cannabis por personas diagnosticadas de esquizofrenia, puede influir en un aumento del riesgo de suicidio.
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